jueves, 10 de julio de 2014

HISTORIA DE LA PEDAGOGÍA EN COLOMBIA

Aquí encontrara un vistazo a la   historia de la pedagogía en Colombia, donde podemos comparar la educación o métodos pedagógicos de hoy con los de hace 200 años. ademas un poco de la historia de la educación en Bogotá.


En Colombia  primero  nacieron  las universidades y ellas tenían todo dentro, colegios y escuelas. Allá enseñaban a leer, después el latín y luego las carreras de Derecho y Teología, de donde salían los abogados y los sacerdotes. Todo era para los pocos descendientes de los españoles. Por eso no había escuelas grandes y abiertas a todos, aunque sí había chicos de 10 años que eran universitarios: entraban allá a aprender 
el alfabeto y la gramática, los títulos eran de tres grados : bachiller, maestro, doctor.
Bachiller no era el que terminaba el colegio, era universitario que había terminado los dos primeros años de una carrera. por eso los bachilleres que eran por lo general blancos  sin dinero ni propiedades pero que sabían leer y escribir, iban ganándose la vida escribiendo las peticiones  de la gente y los pleitos. 
otros iban a enseñarles a los hijos de los ricos en sus casas: esos fueron los primeros maestros que hubo en este país, pero como andaban de pueblo en pueblo, no inspiraban mucho respeto. 

aquí encontrara un vídeo que nos cuenta la historia de forma resumida y amena.





Los españoles, los primeros conquistadores y misioneros que llegaron a nuestro país construyeron chozas para tener internados a los hijos de los indígenas; pero solo a los de los caciques  y de los nobles, y no para que fueran universitarios, sino para que les ayudaran a mandar en sus propias comunidades. Se llamaron “escuelas doctrineras”, y fueron muy pocas, pues a nuestros ancestros les gustaba más aprender caminando por sus selvas y montañas. Esas escuelas estaban en los “pueblos de indios” que quedaban en las fronteras y que nunca fueron consideradas como verdaderas entidades educativas, porque los indios tampoco eran considerados como verdaderos “civilizados” . Tuvieron que pasar más de 100 años, como hasta 1687, para que se organizaran otras escuelas. En ese tiempo los indios, los blancos y los esclavos negros ya se habían juntado y habían tenido descendientes, pero a pesar de la mezcla de las personas, el orden de la sociedad separaba y diferenciaba la gente por razas. Las ciudades habían crecido y ya había 
niños huérfanos y pobres andando por las calles de los poblados. Se organizaron unas pocas escuelas, sólo en cinco ciudades, que eran sobre todo para recoger a los huérfanos pobres. Por eso las llamaron “escuelas pías”, o sea, piadosas, y porque se construyeron junto a unos colegios que tenían los padres jesuitas. Tampoco fueron verdaderas escuelas públicas, porque le prohibían la entrada a “indios, negros, mulatos y zambos…”, y a las niñas, no importaba que fueran blancas o ricas. Y además, adentro del salón también se separaban las bancas de los “ricos, los plebeyos y los pobres.
En 1820, el vicepresidente de Colombia, el general Francisco de Paula Santander  firmó el decreto que organizó dicho sistema. Bajo esa estructura, los maestros debían enseñar lectura, escritura, aritmética y los dogmas de la moral cristiana. El texto sostenía que a los alumnos se les instruiría en “los deberes y derechos del hombre en sociedad y les enseñarán el ejercicio
en 1767: los reyes de España expulsaron a los jesuitas de toda la América castellana y portuguesa, ya que  estos religiosos se habían vuelto muy poderosos y 13 le hacían competencia a la monarquía. El Rey mandó a sus funcionarios a usar los colegios, las tierras y los dineros de los jesuitas para fundar universidades, colegios y escuelas públicas.   yentonces, : los filósofos descubrieron que la educación era la “fuente de toda felicidad y prosperidad de todos” y empezaron a enseñar que en la era de la Ilustración todos tenían derecho a la educación. Mejor dicho, ahí fue cuando empezaron a pensar que era importante que el Estado patrocinara la educación elemental, gratuita y para todos los niños, y que toda fuera uniforme, con los mismos libros y los mismos métodos, con bancos, con patios y sin castigos físicos. Fue entonces cuando se contrataron doctores y catedráticos en las universidades para cultivar las ciencias experimentales, las matemáticas
y la botánica. Con esas ciencias, el Estado empezó a formar “hombres útiles para la patria”, ya no sólo para la Iglesia. Y desde ese momento las escuelas se separaron de las universidades y el Estado empezó a reunir a esos maestros andariegos para hacerles exámenes y para poder contratarlos y enseñarnos nuevos métodos pedagógicos.
Todo esto ha pasado muy rápido, sólo 60 años antes de la Revolución de independencia de 1810, Y aunque todavía hoy no han cambiado muchas ideas sobre las diferencias de raza, en las escuelas republicanas enseñamos que las diferencias nacen de lo que cada uno pueda y quiera aprender.  
 hasta 200 muchachos, pero no se dejaban disciplinar así no más. el maestro tenia que que ser como un militar, dando las órdenes con una vara para que todos
En sus Memorias, Aquiles Parra narra sus experiencias como alumno: muy frecuentes eran las humillaciones, abusos y castigos por parte de los profesores; las broncas entre estudiantes. Tanto era el desorden que los alumnos fueron obligados a vestir uniforme con el propósito de que la policía los identificara y vigilara.  


Como la mayoría de habitantes de nuestra República eran campesinos, no les gustaba que sus hijos dejaran de trabajar en las sementeras y creían que lo que enseñaban en las escuelas era inútil, y  por eso fue que el general Bolívar  trajo a míster Lancaster, el inventor de las “escuelas de enseñanza mutua”,  el de los
1,000 niños. Bueno, les contaré rápido cómo funciona. El secreto consiste en organizar la escuela como una de esas grandes fábricas de telas que hay ahora en Inglaterra: se ordenaba a los niños en bancas muy largas y en la punta de cada una se ponía al chico que sabia  más, para que enseñe, vigile y mande a los demás: esos se llamaban monitores. Ellos les enseñan una letra a los más chicos, una letra y otra, y cada vez que uno aprende una nueva, sube de puesto en la banca y después pasa a la banca de adelante, y a otra, de modo que los que aprenden más llegan a ser monitores. Por eso la llaman enseñanza mutua.

La disciplina es muy fuerte porque para que todo funcione el maestro tenia 
hagan lo mismo al mismo tiempo. No usamos cuadernos ni lápices, sino pizarras y unos cajones de arena para dibujar las letras por turnos. A todos se los califica con puntos buenos o malos que se pagan con bonos. A los chicos indisciplinados se los castiga poniéndoles un gorro que dice “burro”, pero algunos maestros han abusado de esos castigos y le han dado mala fama al sistema. 


La situación vivida por entonces se puede resumir en la observación que hizo el arzobispo virrey Caballero y Góngora en su plan de estudios de 1787 a propósito de lo alejada que estaba la educación de la realidad circundante: “todo el plan se dirige a subsistir las útiles ciencias exactas en lugar de las meramente  especulativas en que hasta ahora lastimosamente se ha
perdido el tiempo; porque un Reino lleno de preciosas producciones que utilizar, de
montes que  allanar, de caminos que abrir, de pantanos y minas que desecar, de aguas que dirigir, de metales que depurar, ciertamente necesita más sujetos que sepan conocer y observar la naturaleza y manejar el cálculo, el compás y la regla, que de quienes entiendan y
discutan el ente de razón, la primera materia y la forma sustancial"

Al finalizar el dominio español había en el Virreinato un incipiente sistema de escuelas públicas. El sabio Francisco José de Caldas, poco antes de la  inndependencia, se dolía de que en

Santa Fe de Bogotá, una ciudad de 30.000 habitantes, sólo hubiera una escuela pública de primeras letras y le pedía a los ricos contribuir al financiamiento de otras. En las Relaciones de mando de los Virreyes  se hace referencia a colegios y universidades pero prácticamente se ignora la educación primaria. Por el contrario, las nacientes autoridades republicanas sí
manifestaron su interés por la organización de un sistema de educación pública. 
militar todos los días de fiesta y los jueves por la tarde”
. El mencionado decreto es un buen ejemplo de la filosofía de la pedagogía ilustrada que llegó, por entonces, a este territorio. Allí se consideraban ciertos preceptos morales y pedagógicos: por un lado se tenía en cuenta el principio de la individualización de la enseñanza y, por el otro, se proscribía el uso de la
férula aunque se aceptaba el azote “cuando los defectos del niño denotasen depravación” Una vez disuelta la Gran Colombia, la Nueva Granada continuó, bajo la presidencia de Santander, con los esfuerzos por fortalecer la educación elemental y universitaria. El gobierno de Santander trató de reducir la influencia clerical en la educación sin lograrlo a plenitud. Al iniciarse 1833, el país contaba con 378 escuelas y 10.499 alumnos. Al finalizar en 1836 el gobierno de Santander, la cifra era de 1000 escuelas, entre públicas y privadas, y 26.070 alumnos.

La reforma radical de la década del setenta del siglo XIX, se asentó en la tríada Paz, caminos y escuela. se dispuso que la enseñanza debía ser gratuita, obligatoria y neutral, desde el punto de vista religioso, y que el asunto de la educación abarcaba un amplísimo espectro desde la formación de maestros hasta una concepción política de los fines del Estado pasando por la

construcción y dotación de aulas, y la implementación de una pedagogía coherente con el desarrollo de las ciencias. Se creó, pues, en 1870 y bajo el gobierno de Eustorgio Salgar.
Colombia entró en la modernidad pedagógica, al llamado movimiento de la Escuela Nueva o Activa a comienzos de los años treinta del siglo XX. Sin embargo, desde la fundación del Colegio Moderno en Bogotá por Agustín Nieto Caballero, se comenzaron a difundir algunas
de las nuevas ideas de manera que antes de la llegada del gobierno liberal de Olaya Herrera en 1930, las autoridades del país 
Cuando Nieto Caballero fue nombrado, en 1934, en la Dirección General de la Enseñanza Primaria, se incorporaron, de manera consistente, las nuevas ideas y tendencias. La Escuela
Nueva propuso cambiar las viejas prácticas por otras como la de actividad, comprensión,  ya habían introducido algunas modificaciones en las políticas y prácticas educativas.
flexibilidad, simpatía y utilidad, en el sentido de dotar a la educación de un sentido funcional para el futuro ciudadano. Por lo mismo, apuntó a recursos pedagógicos como las llamadas lecciones de cosas, los trabajos manuales, los deportes, las huertas escolares, las excursiones y los centros de interés. Por ejemplo, antes de la llegada de la renovación educativa, una
materia como la geografía se enseñaba a punta de memoria. No se contaba con un mapa para tener una visión directa de los fenómenos. La Escuela Nueva dio vía libre a las salidas al campo libre, la redacción de las impresiones de los alumnos, el dibujo de mapas  elementales, las analogías con otras regiones del país usando fotografías y recortes de periódicos, etc. 
flexibilidad, simpatía y utilidad, en el sentido de dotar a la educación de un sentido funcional 
para el futuro ciudadano. Por lo mismo, apuntó a recursos pedagógicos como las llamadas
lecciones de cosas, los trabajos manuales, los deportes, las huertas escolares, las excursiones y
los centros de interés. Por ejemplo, antes de la llegada de la renovación educativa, una materia como la geografía se enseñaba a punta de memoria. No se contaba con un mapa para tener una visión directa de los fenómenos. La Escuela Nueva dio vía libre a las salidas al campo libre, la redacción de las impresiones de los alumnos, el dibujo de mapas elementales,

las analogías con otras regiones del país usando fotografías y recortes de periódicos, etc. 






IPoppel plantea que todo el sistema educativo de Colombia estuvo orientado, durante la época
de la hegemonía conservadora de 1886 a 1930, “a facilitar a las clases sociales bajas un mínimo de educación escolar sobre la base ideológica del conocimiento del catecismo y con el método pedagógico del aprendizaje de la memoria. Para un pequeño grupo de élites estaban abiertas
instituciones educativas en parte bien equipadas y diferenciadas; más estas estaban sujetas a  una conformidad fundamental con la doctrina católica de la fe y la moral, y no correspondían normalmente en sus planes de enseñanza a las exigencias que imponían a los educandos los nuevos desarrollos en economía y administración desde comienzos del siglo XX”
 .



En Bogotá, principal centro cultural y político del país desde la colonia se forjó el proceso de la educación proyectando luego a toda la nación.
A través de temas específicos  y reformas educativas  se realiza un seguimiento histórico a la educación en la ciudad capital desde la colonia hasta llegar  a la época contemporánea.
Bogotá se convirtió en la ciudad  donde mas se desarrollaron las instituciones educativas  y donde  se establecieron los intelectuales mas connotados, citación que la llevo a sobresalir  como  una de las ciudades americanas mas  avanzadas en educación durante la etapa colonial y la primera época republicana.la responsabilidad total del inicio de a historia educativa en Bogotá fue del clero en la época de la colonia.
en 1789 España expulsa a los religiosos de la orden de Jesús y de todas las funciones en educación. Esto fue un duro golpe para la época colonial.

El congreso de 1848 decreto que la enseñanza en todas sus ramas era libre y por lo tanto,  los granadinos podían recibir la instrucción literaria y científica en establecimientos públicos, privados o de particulares con el objeto de obtener grados académicos, de ahora en adelante cualquier corporación o particular podría establecer en cualquier región de la república, colegios o casas de la educación, siempre y cuando no se opusiera a las buenas costumbres o a las leyes.
La formación  de la mujer antes y después de la libertad de enseñanza estaba encaminada a  inculcar un profundo sentido religioso y habilidades por los oficios del hogar. Las enseñanzas se limitaban a la lectura escritura, gramática, aritmética, urbanidad, moral y religión y otras materias consideradas propias de su condición  femenina como Economía domestica,  costura,  hilado en rueca, bordados, tejidos y confitería en cambio las enseñanzas de matemáticas, química, filosofía y literatura con muy contadas excepciones  se programaban para las instituciones masculinas y por lo tanto las mujeres no tuvieron los conocimientos básicos para acceder a la  educación universitaria.


La educación es, hoy por hoy, la empresa más grande del país: en el año 2000 el número de
estudiantes entre 5 y 24 años de edad ascendía a 11'493.863, que eran atendidos por cerca de 622.000 docentes en 104.023 establecimientos educativos. A diferencia de otros países de la
región, la participación del sector privado en la oferta de educación es alta: aproximadamente 20% en primaria, 32% en secundaria y 67% en educación superior.

Como resultado de las inversiones en universalización de la primaria, ésta alcanza hoy en día
una cobertura del 85% como promedio nacional. En contraste el acceso a la educación
secundaria es bajo y desigual. En efecto, el 47% de los jóvenes entre los 12 y los 17 años.  Como resultado de las inversiones en universalización de la primaria, ésta alcanza hoy en día una cobertura del 85% como promedio nacional. En contraste el acceso a la educación secundaria es bajo y desigual. En efecto, el 47% de los jóvenes entre los 12 y los 17 años. 
 Las instituciones de educación superior, por su parte, no se han modernizado a la par de los desarrollos tecnológicos y científicos, generando problemas de calidad y pertinencia en los niveles de pregrado y postgrado que inciden en la capacidad investigativa del país. La  desarticulación y falta de continuidad entre niveles afecta el paso entre la primaria y la
secundaria, y entre la educación media y la superior, arrojando hacia el mercado de trabajo a niños y jóvenes insuficientemente preparados. 

Una de las inequidades más graves se presenta en las diferencias sensibles que existen entre la educación que se ofrece en las ciudades principales y en las zonas rurales. La situación, por desgracia, no es distinta de la que se presenta en la región, si bien los índices locales son
preocupantes. Por ejemplo, los niños que llegan al quinto grado variaron entre 73 por ciento de Colombia y el 100 por ciento en Chile para el período 1995-1997. Los estudiantes terciarios de ciencias, matemáticas e ingeniería -materias consideradas de base científica- representaban, entre 1994 y 1997, el 43 por ciento en Chile, el 31 por ciento en Colombia, Argentina y México, el 24 por ciento en Uruguay, y el 22 por ciento en Brasil y Paraguay. 

Como se aprecia al repasar algunas de las principales estadísticas educativas, los retos siguen
siendo enormes, complejos y urgentes. Si no se enfrentan de manera diligente y a fondo,
podremos afirmar sin rubor que en materia de educación formal -sea ésta, preescolar, básica,
media o post-secundaria- el país no fue capaz de entrar al siglo XXI.   

http://www.colombiaaprende.edu.co/html/productos/1685/articles-230537_relato_1.pdf
Re f e R e n c i a s  d e l  t e x t o  “la e s c u e l a  c o l o m b i a n a  h a c e  200 a ñ o s , a l
d e R e c h o  y a l  R e v é s ”
 Jaramillo Uribe, Jaime. Op. Cit.
Poppel, Hubert. Op. Cit. 

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